Cuando el amor se va no hay tiempo ni reloj, todo se queda así, quieto, sin compasión. Las alas de la ilusión quedan heridas, ya no pueden volar y sólo por un débil aleteo te das cuenta de que aún tienen vida. Y el miedo te envuelve nuevamente, y sentís que tu alma es atravezada por mil cuchillos sin anestecia. No querés renunciar, no querés decir adiós. Pero todo intento es inútil, las fuerzas te abandonan, ya no querés seguir. Se te vuelve el propio mundo distante, conla nostalgia de una última canción. Se apaga la luz que brillaba en tus ojos, convirtiéndose en una débil sombra que no refleja el exterior y ni siquiera a vos misma. El silencio se hace eterno y sin embargo, es sólo silencio lo que añorás, más silencio necesitás para el instante de confidencia con tu alma. Y empiezan los autoreproches. Y si hubiera hecho así?. Por qué no lo hice?. Estaría ahora conmigo?. Y te sentís morir porque te castigaste con tus decisiones, pero ya es tarde para volver el tiempo atrás. No podés rebobinar para reparar cada uno de tus errores. Y te invade la soledad, la eterna confidente de los corazones rotos...Y te autopsicoanalizás, peleándote con tu otro yo, porque lo hacés culpable de tus desaciertos, aunque en el fondo sabés que fué tu yo actuante el que se equivocó. Y te preguntás por qué no te entendieron?. Y luego te humillás diciéndote qué quién soso vos para que te entiendan!. Querés gritar y salir en ese momento a buscar a tu persona especial, fantaseás con encontrátela en alguna esquina. Presonás a la casualidad para que te regale un momento de encuentro, aunque él no te vea, ni te sienta, aunque sólo pase por tu lado sin volverse a mirar. Y tu alma se reduce a retazos de papel, del más barato, ese que se vá cortando en pedazos más pequeñitos con cada día y noche que debés enfrentar sin tu amor. Y las mariposas en la panza continúan pero ahora son dagas que con cada roce te traen su recuerdo. Intentás conmoverte con algún amor pasado o alguno nuevo pero sólo te mentís, porque no lográs involucrarte, no podés dedicarle una sola lágrima o sonrisa porque esta vez te enamoraste de verdad. Entonces todo lo demás no te llena, te resulta hasta antipático y superficial. Te queda un sabor amargo en el corazón, y sentís el peor de los sufrimientos, cuando teu propia sangre te duele. Te enojás con el amor, le reprochás que no te dió el tiempo suficiente, que te quedó aún tanto por decirle, que no te dió una nueva oportunidad. Te peleás con vos misma porque no te soltaste lo suficiente para decirle lo que verdaderamente te pasaba. Te quedaron tantos besos, infinitos abrazos y millones de palabras...Y ahora que el único destinatario de ellas se fué...Me decís qué hacés con todo eso?. Qué hacés con ese amor?. Y te consolás diciendo -"Debo ser fuerte y dejarlo libre...Yo no era su amor"-...Y ahí, con el 1 % de razón que te queda pensás -"Nadie puede obligar a que lo amen"-. Es más, muero de amor pero no soy quién para condenar a alguien que me ame si no lo siente. Entonces el corazón se pone duro, de piedra, podés sentirlo si lo tocás. Se paraliza tu respiración y el tiempo se queda ahí, en el último minuto y te encantaría que allí todo terminara, pero no, un minuto después tenés que seguir. Y volvés a fantasear con que viene a buscarte, de madrugada, no importa la hora, que te va a buscar en los lugares que sabe que frecuentás. Y que te dice -"Eras mi amor el final"-. Porque aunque te hayas equivocado si es verdadero amor...No existe final...Y te quedás sin dormir, sin comer, sin soñar, como si el sacrificio de la vigilia te concediera el milagro de que vuelva a ti. Pero sabés que no va a volver...Y sin embargo, esperás...Porque te enamoraste...Y sentís que va a volver...Tu corazón roto...Tu sangre que duele...El tiempo se detiene...
CelestE VioletA
12:38 am
Jueves 13 de Marzo
2008
...Empezó pasada la medianoche, la única testigo es mi gata, mi sangre me duele y mi corazón está roto...
